Como me comprometí a hacer, aquí os traigo un resumen de la
evolución de las vocales del latín al castellano que, para no extenderme
demasiado, he sintetizado cuanto he podido.
Empezaremos
por las tónicas e iremos de la “a” hasta la “u”.
La “a” tónica, sea corta o larga se mantiene,
así que sólo pondré un ejemplo como: pratum=prado.
En el caso de: “a
+ i" termina siendo "e”:
laicum= lego.
El
diptongo compuesto por las vocales: “a + u”, da lugar a la “o”: taurum= toro;
aurum= oro.
La “a + e”, que forman diptongo, a veces
se queda en una “e” y en ocasiones deriva en “ie”: praetorem= pretor;
aedificium= edificio. Graecum= griego;
caelum= cielo
En lo
que se refiere a la “e” cuando es tónica se mantiene aunque
desaparece al final de palabra.
La “e” breve se transforma en “ie” como en los siguientes ejemplos: terram= tierra;
tempus= tiempo. Sin embargo tenemos: templum= templo que se mantiene por ser un cultismo.
La “i” tónica breve evoluciona a “e” cerrada en vulgar y pasa a “e”: inter= entre; in= en;
litteram= letra. Pero se mantiene en cultismos como: librum= libro. La “i” cuando es tónica larga
se mantiene: filium= hijo;
insulam= isla.
La “o” tónica larga se conserva: vocem= voz.
La “o” tónica breve se diptonga en “ue”: bonum= bueno; fontem= fuente;
a veces este diptongo se reduce a “e”: frontem>
fruente> frente.
La “o” tónica breve acentuada
se diptonga en “o + e”:
poenam= pena; poetam: poeta por
ser u cultismo.
La “u” tónica larga se mantiene. La “u” tónica breve pasó a “e” cerrada en latín vulgar y luego a “o” en castellano: lutum= lodo; lupum=
lobo; humerum= hombro.
Esto es
un resumen de los cambios que yo creo más significativos en el sistema vocálico
del latín al castellano. He de confesar que cuando me puse a buscar este tipo
de información el tiempo volaba y no dejaba de sorprenderme con tal o cual
curiosidad. Os invito a que lo hagáis.
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