Como ya he contado alguna vez, la cultura griega ha legado mucho
del léxico que utilizamos hoy en día. Algo de ese legado nos lo ha transmitido
la propia mitología, presente no solo en la literatura, sino en el habla
cotidiana.
Un ejemplo de eso es la palabra pánico que deriva del dios Pan (πάν-πανός)
que dio en griego πανικόν (Miedo infundido por el dios Pan)
Esta divinidad se le atribuye a los pastores y a la naturaleza. Era temido por
las Ninfas de los bosques, los pastores y los viajeros, a quienes paralizaba de
terror al realizar sus apariciones espontáneas.
Otro ejemplo es el Narciso (Nάρκισσος-ου), que ha dado palabras
como narcisista o el nombre propio de la flor o el de sátiro (Σάτυρος-ου). A este personaje
se le representaba bailando en el campo, bebiendo con Diónisos y persiguiendo a
las Ménades y ninfas.
Otro caso curioso es el del adjetivo sibilino, que proviene
de la "profetisa" griega Sibila, término que se atribuyó en época
tardía a toda profetisa.
Por último os voy a contar una etimología que
me ha encantado. Es el caso de Deméter, a la que se le apodaba Melania “la
negra” de μελας-μελαινα-μελαν, debido al luto que tenía por su hija Perséfone. De aquí
derivan palabras como melancolía.
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