sábado, 18 de mayo de 2013

¡Eureka!

Supongo que todos alguna vez hemos dicho esta expresión, o por lo menos la hemos escuchado.   Su origen es un tanto curioso y por lo general se utiliza cuando hemos tenido una brillante idea.
Eureka proviene de εὕρηκα, perfecto del verbo εὑρίσκω (encontrar), por lo que significa: Lo he encontrado.
Esta expresión era muy común entre los griegos, pero se recuerda gracias a Arquímedes. Cuenta la leyenda que el rey Hierón II de Siracusa encargó una corona de oro para el templo, en agradecimiento por una victoria. Cuando la recibió el rey la pagó con cierta desconfianza, ya que pensaba que parte del material podía haber sido cambiado por otro,así que ordenó al geómetra Arquímedes que lo comprobara sin dañar la corona.


Arquímedes, preocupado porque no sabía cómo hacerlo, estuvo bastante tiempo dándole vueltas, hasta que un día al darse un baño se le encendió el candil(ya que la bombilla aún no se había inventado..jajaja).
Descubrió que el volumen de un cuerpo podía ser calculado midiendo el volumen de agua desplazada cuando el cuerpo se sumergía en esta. Tras realizar esta observación, dicen que salió desnudo del agua y empezó a correr gritando: ἙΥΡΗΚΑ;ἙΥΡΗΚΑ! Este descubrimiento se conoce como: el principio de Arquímedes.

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